Si hay suciedad, es posible que la detección del recipiente para la leche no funcione correctamente.
Limpiar a fondo el recipiente para la leche. Proceder de la siguiente manera:
Limpiar el recipiente de acero inoxidable con agua caliente para que no se adhieran los restos de leche.
Aclarar el mango bajo el grifo y limpiarlo después a fondo con un paño húmedo para eliminar por completo los restos de leche.
En caso de que los conductos de la leche de la tapa estén obstruidos, utilizar un cepillo y agua corriente para limpiarlos. Para ello, introducir el cepillo en el conducto para leche. Moverlo hacia delante y atrás hasta el tope eliminando todos los restos de leche.
Limpiar especialmente el mango, los tubitos de aspiración y la varilla de metal delgada situada entre los tubitos. Aclarar los tubitos bajo el grifo. A continuación, dejarlos secar.
Comprobar también si el contacto dorado situado a la derecha de la puerta está limpio (orificio de la jarra de leche). Si no fuera el caso, limpiarlo.
No llenar el recipiente de acero inoxidable para la leche hasta el cuello, sino a 2–3 cm por debajo como máximo.