Intoxicado por los sentidos

Muchos hoteles ya apuestan por esta estrategia «sensata» y utilizan los llamados aromas característicos: fragancias que se han desarrollado específicamente para el hotel en cuestión y que, por tanto, configuran su carácter. Ya sea en el vestíbulo, en las habitaciones o en la zona de spa, el aroma pulverizado tiene un efecto directo en el huésped y sirve como elemento de identificación. Los Swissôtel Hotels & Resorts también crearon su propia composición aromática junto con la artista e investigadora olfativa Sissel Tolaas. Esto envuelve al huésped en un aroma a genciana, maderas claras, flores alpinas y frutos rojos, según el color de la empresa. El Ritz Carlton de Tokio quiere cautivar a sus huéspedes con un olor muy especial: el aroma a cítricos verdes. El aroma característico ofrece una pirámide olfativa sofisticada con notas como limón verde, bergamota, tomillo y eucalipto.

Cuando se trata de fidelizar al cliente a través del gusto, el Hotel Double Tree by Hilton es pionero. Cada huésped recibe su galleta distintiva a su llegada para endulzarle el momento del check-in. Se sabe que el chocolate produce felicidad, por lo que una galleta de chocolate caliente puede garantizar una verdadera sensación de bienestar al recién llegado, una experiencia positiva que será recordada durante mucho tiempo. Dado que la galleta se está volviendo cada vez más popular, esta pequeña delicia ahora incluso tiene su propia página web, donde se puede comprar para disfrutarla en privado. El hotel también publicó la receta de las galletas durante el confinamiento por el coronavirus para mantener el contacto con sus huéspedes incluso en tiempos de obligada distancia. ¡Muy inteligente!

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