Disfrutar trabajando
El ambiente entre los empleados de la lavandería es bueno. Suena banal, pero se nota inmediatamente. Las tres trabajadoras Anja, Teuny y Sabine están planchando la ropa. «La lavandería se adapta perfectamente a cada una de nuestras acciones», afirma Teuny. Las tres han colocado las tablas de planchar formando un triángulo. De esta manera, el equipo puede charlar fácilmente entre sí. Este intercambio garantiza un ambiente de trabajo agradable en la lavandería de la residencia de ancianos Elim en Barneveld, Países Bajos. Teuny lo confirma: «Desde la renovación y modernización, el trabajo se ha vuelto aún más agradable. La atmósfera y la distribución espacial promueven la coordinación entre el equipo. Hay mucho espacio y, por tanto, libertad de movimiento.
Cualquiera que haya estado alguna vez en una lavandería sabe que tener suficiente espacio y buenas condiciones de iluminación suponen un reto. También Henry Vos, director técnico de la instalación y, entre otros, responsable de la lavandería, está satisfecho. Se le encomendó la tarea de comprobar si tenía sentido modernizar la lavandería, fundada hace 17 años, o si en el futuro sería mejor subcontratar un servicio de lavandería externo. El objetivo de su análisis: procesos más eficientes, puestos de trabajo de mayor calidad y, por supuesto, un tratamiento de las prendas de la máxima calidad.
Ofrecer mejor servicio a las personas que requieren asistencia con menos personal
Henry Vos es el típico responsable técnico, que conoce cada cable del edificio. Los residentes lo saludan. Los empleados también. Ha puesto toda su pasión en el proyecto de la lavandería. Algo palpable cuando habla de las medidas de modernización. Trabaja para el grupo de atención Sirjon, que gestiona 20 centros de atención geriátrica en los Países Bajos. La residencia de ancianos Casa Elim en Barneveld es una de ellas. La demanda de plazas en las instalaciones es alta. En general, el desarrollo de la sociedad en su conjunto ha impulsado el análisis de la antigua lavandería, afirma Henry Vos: «Por un lado, el número de personas que necesitan cuidados aumenta espectacularmente. Por otro lado, cada vez es más difícil encontrar trabajadores para el cuidado. También es mi trabajo planificar el despliegue de personal de la manera más eficiente posible».
El director técnico, como muchos otros directivos del sector, siente la presión. Las peticiones para recortar empleos y subcontratar la atención médica se aceleran. Henry Vos no se mostró muy entusiasmado desde el principio. «A la hora de la preparación de las prendas de los residentes, la atención se centra siempre en la calidad. Era reacio a ceder la ropa, las toallas y la ropa de cama de nuestros residentes». Henry Vos recurre a la empresa holandesa Intrakoop, una especie de agencia de consultoría para centros asistenciales que apoya en los procesos de transformación, desde la energía hasta los recursos humanos, y que cuenta con una gran red de socios expertos. Uno de estos socios de la red es Miele. La compañía aceptó inmediatamente escanear la lavandería e identificar nuevas posibilidades y formas de trabajar. «La colaboración fue un golpe de suerte», afirma hoy Henry Vos. «Miele nos recomendó ampliar y modernizar las instalaciones.
«El cálculo conjunto mostró una lavandería interna sigue siendo menos costosa para Sirjon que contratar un servicio de lavandería externo».
Las trabajadoras hablan
Gracias a medidas estructurales inteligentes, el espacio anterior se amplió de 75 m2 a 110 m2 y se equipó de manera más eficiente. Pero también se tuvo en cuenta a los empleados. Vos enfatiza: «Soy responsable de las condiciones de los puestos de trabajo y vi una excelente oportunidad para aprovechar al máximo el espacio".
El hecho de que los empleados de la lavandería puedan mantener una animada conversación mientras las lavadoras y secadoras están en funcionamiento se debe a una característica central de la lavandería modernizada que ideó Henry Vos: el llamado «Klankkast», la carcasa de los equipos de Miele que reduce el ruido. Un verdadero avance en prevención de la salud, porque el ruido constante genera estrés. No ocurre así en la residencia Elim. Todos los equipos están diseñados ergonómicamente para que los empleados apenas tengan que realizar movimientos de agacharse o levantar pesos. Además, todas las mesas de la lavandería son regulables en altura, de modo que la ropa doblada se puede colocar de la tabla de planchar a la mesa de almacenamiento con un suave movimiento.
La lavandería como parte del todo
Henry Vos y los proyectistas tuvieron otra idea luminosa: además de los grandes ventanales, las lámparas de luz diurna LED garantizan una luz uniforme y un ambiente agradable. Vos parece orgulloso cuando dice: «Nos hemos esforzado al máximo y hoy ofrecemos un servicio de lavandería cuya calidad y logística están al más alto nivel. Proporcionamos a residentes y empleados ropa limpia en dos días laborables». Pero hay algo más que hace que la lavandería de la residencia de ancianos Elim sea un lugar especial: las personas mayores tienen la posibilidad de colaborar doblando la ropa en un puesto de trabajo extra. Esto también garantiza comunidad y reconocimiento.
Este artículo forma parte de nuestra revista para clientes «PROconcept». Es posible descargar la versión digital de la revista.
