La importancia de los sentidos para la calidad de vida
La psicología del olor
La sensación de estar en casa está estrechamente ligada a los sentidos: desde el olor de la ropa de cama hasta el sabor de una comida casera. Estos aspectos básicos del cuidadoson importantes para facilitar la transición a la vida en una residencia de ancianos y crear un sentimiento de pertenencia. Esto es de vital importancia para la calidad de vida de los residentes.
El olfato es un sentido impresionante, sobre todo cuando falla la vista. Nuestro sentido del olfato está más estrechamente ligado a nuestra memoria que cualquier otro sentido y varía mucho de una persona a otra. Los olores funcionan a nivel emocional: evocan recuerdos positivos. Las asociaciones entre olfato y memoria se forman a una edad temprana, cuando las impresiones tienen un efecto muy fuerte. Por tanto, nuestras reacciones a los olores están profundamente condicionadas: un olor que asociamos con nuestro hogar tiene un efecto calmante. Puede tratarse de un detergente especial para ropa de cama o de una fragancia conocida. Los estudios han demostrado que los olores familiares incluso mejoran nuestro estado de ánimo y nos hacen estar más dispuestos a participar en una actividad o ayudar a los demás.
Un sabor familiar
La familiaridad con determinados alimentos puede influir en su aceptación y está estrechamente relacionada con la percepción del sabor y el olor. Cuando un residente ingresa en una residencia o centros asistenciales, es importante que él/ella o su familia estén informados de sus preferencias alimentarias. Ni que decir tiene que en las residencias de ancianos y centros asistenciales se presta atención a que la comida sea nutritiva y a las alergias, pero se tiene menos en cuenta cómo afectan las comidas al bienestar mental. Un ejemplo de adaptación sería que el residente recibiera sus comidas favoritas solo durante la primera semana o tentempiés familiares entre comidas. Esos pequeños detalles generan un sentimiento de aceptación y seguridad y ayudan a los residentes a acostumbrarse más rápidamente a su nueva vida.
Sonidos relajantes
En las residencias de ancianos y centros asistenciales se oyen todo tipo de ruidos desconocidos. Por tanto, hay que considerar cómo utilizar el ruido de fondo para crear un entorno familiar. Desde los ruidos individuales de la habitación de un residente (por ejemplo, una emisora de radio, un programa de televisión o música conocida) hasta los sonidos relajantes de la residencia, como el zumbido de las lavadoras o el traqueteo de la cocina, todos estos ruidos pueden contribuir a crear un entorno tranquilizador para los residentes.
La clave está en el tacto
El sentido del tacto es muy similar al del olfato: cuando los tejidos nos resultan familiares, nos generan una sensación de seguridad. Ropa de cama suave, un cojín del sofá de casa o ropa cómoda fomentan la sensación de seguridad. La lavandería juega un papel fundamental para conseguirlo, tratando con especial cuidado la ropa personal, así como la ropa de cama y las toallas. Una toalla suave y esponjosa puede hacer que los residentes se sientan bien después del baño o la ducha. La ropa cómoda, limpia y perfumada refuerza aún más esta sensación. Todos los sentidos son necesarios para garantizar que los residentes se sientan seguros y protegidos. Presta atención a cada punto de contacto de los residentes y asegúrate de que tu centro les ofrece una experiencia sensorial acogedora. De este modo, se fomenta la calidad de vida de todos.
- 1.Nature: Descifrando el vínculo entre el olfato y los recuerdos https://www.nature.com/articles/d41586-022-01626-x
- 2.Frontiers in Behavioural Neuroscience Convergencia conductual y neurobiológica del olor, el estado de ánimo y la emoción: una revisión https://www.frontiersin.org/articles/10.3389/fnbeh.2020.00035/full