Hay que replanteárselo ahora: «Tenemos que intentar formas nuevas»
Un anuncio de empleo en el periódico local ya no mueve a nadie del sillón. Martina Dietrich también está convencida de ello. Dirige los departamentos de limpieza y administración del centro para personas mayores de Caritas, Kardinal-Frings-Haus, y, por lo tanto, sabe lo difícil que es encontrar buenos empleados. «Tenemos que adoptar nuevas formas para contratar empleados», afirma. Es por eso por lo que Dietrich participó hace tres años en la creación de un grupo de trabajo que lanzó medidas muy específicas para el reclutamiento y retención de empleados en Caritas en la región de Colonia. El programa de ventajas incluye obsequios de bienvenida para los nuevos compañeros, un pequeño cofre con productos para los equipos que se rellena cada 14 días, un bono en efectivo por la contratación de nuevos empleados, etc. Los empleados que asumen turnos adicionales reciben un cupón de regalo de 20 euros. Si el turno se realiza en otro centro de mayores, se cobra una asignación de viaje fija de 80 euros.
Caritas tiene una buena posición financiera
«Queremos crear incentivos para que la gente diga: "Quiero trabajar en Caritas"», subraya Dietrich. La mujer afirma convencida que el sistema de tres turnos, el trabajo en días festivos y fines de semana es algo que muchos jóvenes evitan. «Buscan empleos con horarios laborales regulares. Muchos jóvenes que finalizan la escuela secundaria siguen estudiando porque esperan ganar más dinero a medio o largo plazo que en enfermería. «Aquí también estamos bien posicionados». Las buenas relaciones públicas son ahora más importantes que nunca para mostrar lo atractivas que son las carreras de enfermería.
No hay profesionales disponibles en el mercado
Sin embargo, la falta de entusiasmo por la profesión de enfermería y las fluctuaciones en el trabajo no son los únicos problemas, afirma esta mujer de 61 años: «Las enfermeras y el personal de limpieza ya no pueden seguir el ritmo, porque ya tenemos muy pocos aprendices en este campo. No hay profesionales en el mercado. Los servicios de enfermería buscan profesionales desesperadamente. La situación no pinta mejor en el sector sanitario. Según Dietrich, la escasez de trabajadores cualificados se agravó con la suspensión del servicio militar obligatorio y la consiguiente pérdida del servicio comunitario, que nos permitía motivar a los jóvenes a unirse al sector asistencial». Con la pandemia de COVID también desaparecieron las visitas a las escuelas, durante las cuales Dietrich animaba a los estudiantes a unirse al sector asistencial. Y ya no se realizan prácticas en centros asistenciales. «Esto significa que los jóvenes ya no pueden experimentar la vida laboral cotidiana en la atención geriátrica y decidir por ellos mismos si esto les gusta o no; por lo tanto, faltan candidatos potenciales». Esto significa que las campañas de reclutamiento, por muy buenas que sean, no tienen apenas éxito. Durante estos tiempos, Dietrich ha descubierto el impacto de las redes sociales y el reclutamiento social. «En nuestros canales ofrecemos información sobre nuestro día a día y damos ejemplos concretos. Esto nos ha permitido encontrar buenos candidatos y, finalmente, convencerlos para que trabajen con nosotros». Sin embargo, el reclutamiento electrónico sigue siendo un tema difícil. No todos los solicitantes son adecuados. Y el paso de candidato a especialista también requiere cierta perseverancia durante la formación.
El personal de enfermería de otros países supone un importante impulso
Caritas ve nuevas oportunidades para contratar personal geriátrico cuando contrata en el extranjero. Próximamente, habrá uunan enfermero/una enfermera especialista procedente de en cada centro para personas mayores de la región de Colonia. «Los seis hombres y mujeres ya trabajaban como cuidadores en su país, pero en Alemania empezarán como auxiliares de enfermería. Aprenden el idioma en un año, se integran en su nuevo entorno y participan en la vida cotidiana de la residencia. Llegan a conocer a sus compañeros y a las personas mayores. Al cabo de doce meses, empiezan a trabajar como enfermeros en un hospital, en un centro asistencial o en otro centro social». Dietrich tiene grandes esperanzas depositadas en este programa. En el futuro se necesitará incluso más personal de enfermería que ahora.
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